La terapia es mucho más efectiva si vas nada más observar el malestar en la relación que si dejas pasar el tiempo hasta que el desgaste se apodere de todo. De hecho, sostiene el experto, “la tasa de éxito de la terapia de pareja ronda el 70%.
Si hay una pregunta que nos reiteran amigos, conocidos, familiares, clientes, pacientes, es sin duda una referente a la Terapia de Pareja. …¿realmente funciona?
Preguntas como si la terapia de pareja es realmente efectiva, cómo un psicólogo puede ayudar a una pareja, dudar de que porque alguien te lo diga hay que llevarse bien y muchas otras dudas son normales para alguien que no sabe que trabajo se hace en terapia de pareja.Veamos un poco que hago yo en terapia de pareja…
Mentira 3: ¿Buscas un cambio o una frase?
) Muchas veces me he encontrado que después de algunas sesiones descubro que en realidad él o ella quiere que yo, como terapeuta, con «toda mi autoridad»… me alíe contra su pareja
Para “condenar al otro” c con una etiqueta psicológica (obsesiones, depresión, alexitimia – sin sentimientos- y un largo etcétera). Y lógicamente, poder «liberarte» de toda culpa.
¿Cuánto dura el tratamiento de terapia de pareja?
Es difícil dar tiempos ya que, si una persona es un mundo, una pareja es un universo.
En general, la duración de la terapia depende de:
¿Cómo sé que tengo que ir a terapia de pareja?
Lo que suele pasar es que las parejas no acuden a terapia de pareja cuando empiezan los problemas sino cuando la relación ya está muy desgastada y eso es lo que a veces complica la solución. Por ello, no se puede esperar años hasta llegar a terapia y hay que tener en cuenta todo lo que pueda indicar que es el momento adecuado para acudir a terapia de pareja. Algunas de ellas son:
- Pérdida de confianza. Suele ser uno de los motivos más frecuentes para acudir a terapia de pareja. Generalmente, la pérdida de confianza se debe a la infidelidad sexual, afectiva y, últimamente, digital. Pero también mentiras y engaños relacionados con las adicciones. Para reconstruir la confianza de la pareja, es necesario que ambas partes expresen sus puntos débiles y fuertes. Se tiene que establecer la honestidad emocional para que el otro no se sienta engañado, para lo cual es necesario estar totalmente abierto.
- Incremento de discusiones. Termina produciendo un ambiente conflictivo en el que la relación se resiente y es difícil llegar a acuerdos, llegando incluso a romper la relación. Puede deberse a muchas razones diferentes; uno de los miembros de la pareja atraviesa un momento conflictivo, existen rupturas de confianza que aún no han aflorado o, lo más importante, estilos de comunicación agresivos o pasivo-agresivos. La solución es tratar la causa en terapia.
- Mala comunicación. Sin duda, el principal problema por el que las personas acuden a terapia de pareja, seguido de la ruptura de la confianza. La comunicación es deficiente en una pareja no solo cuando sus estilos de comunicación son opuestos -por ejemplo, uno es asertivo y el otro agresivo- sino también cuando uno de los miembros se siente incomprendido o ignorado, cuando el otro no es empático y no sabe cómo comunicar.
Ni siquiera sientes lo que le está pasando a tu pareja, si hay restricción emocional o incluso más allá, cuando te has convertido en dos “roommates” y en el peor de los casos, dos extraños que comparten hijos o bienes. Estos casos se resuelven en su mayoría en terapia de pareja, ya que permiten, en un ambiente controlado, liberar emociones y aprender mejores herramientas para el manejo emocional o la comunicación, lo que lleva a mejorar la calidad de la comunicación de la pareja.
- Problemas en las relaciones sexuales. El tercer problema que más consultas tiene en terapia de pareja. Muchas veces se presenta de forma repentina y, en estos casos y ante todo, hay que descartar cualquier causa médica que pudiera originarlo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se da de manera paulatina y se debe a la existencia de un conflicto que hace que uno de los integrantes vea incumplidas sus expectativas. Esto genera frustración, acusa al otro de sus propios sentimientos y rechaza la posibilidad de solucionar en la cama lo que no se ha solucionado a lo largo del día. Así es como el sexo se convierte en una herramienta de negociación.
- Mi relación no funciona. En ocasiones, la terapia de pareja es necesaria para identificar cuál es el problema de la pareja; un cambio de dinámica, resentimiento hacia el otro sin saber exactamente por qué o simplemente hay decisiones del otro que ya no compartimos, hábitos que ya no aguantamos. Hemos entrado en una relación que ya no es sana, que es disfuncional, en la que nadie tiene la culpa, ambos tenéis la responsabilidad de que la relación funcione y, por tanto, de la misma manera que iríais al traumatólogo si te habías roto una pierna, deberías ir al terapeuta de pareja.
- No sé cómo decirle. El entorno de la terapia es un lugar cómodo pero sobre todo seguro para plantear problemas que de otro modo podrían ser difíciles de tratar en casa. En la mayoría de los casos, se trata de miedos percibidos por la pareja que tiene la necesidad de contarlo, pero hay casos realmente complicados, como si uno de los dos quiere dejar la relación o si uno de los dos quiere tener hijos y está consciente de que su pareja no quiere.
- Un trauma te ha hecho perder la capacidad de conectarte. Por ejemplo, la mayoría de las parejas terminan rompiéndose cuando pierden un hijo, tienen serios problemas de salud -ellos, sus hijos o sus padres-, conflictos con familias extensas, o por problemas económicos importantes. Esto ocurre porque se culpan a sí mismos y parte de esa culpa la proyectan en su pareja. Eso crea un clima de resentimiento que te hace perder la capacidad de conectar emocionalmente. Ante esta situación, muchas parejas ni siquiera se plantean acudir a terapia de pareja porque “ya tenemos bastantes problemas” pero, quizás, sería el entorno más adecuado en el que restablecer prioridades, redescubrir su intimidad emocional y ganar fuerzas para superar juntos las adversidades. .
- No tenemos buenos hábitos. Puede ser el patrón de sueño, la dieta, el tiempo dedicado al trabajo, la distribución de las tareas del hogar o la interacción con la familia extensa. En primer lugar, debemos saber cómo vive cada miembro todos estos hábitos, ya que cuanto más tiempo lleve instaurado, más difícil será cambiarlo, pero no imposible. Sin embargo, cuanto antes nos demos cuenta, mejor pronóstico.
Proporcionar datos específicos
La gran mayoría de las veces, la pareja no acude a un terapeuta en la primera oportunidad; pero tratan de resolver la situación por sí mismos. En estudios enfocados a la pareja, se ha demostrado que en promedio se tarda entre 5 y 6 años en acudir a un profesional, cuando la relación está muy desgastada, dificultando aún más el proceso terapéutico.
José Bustamante (2015), secretario general de la Asociación Española de Especialistas en Sexología, afirma que “la tasa de éxito de la terapia de pareja ronda el 70%. Sin embargo, es mucho mayor si la pareja llega antes, como mucho, dos años después de que aparezcan los primeros síntomas”