Tener ansiedad todo el día puede provocar cansancio, cansancio, dificultad para concentrarse, tensión muscular y dificultad para dormir. Sin embargo, no todas las ansiedades son iguales. Existen diferentes tipos de ansiedad y es posible que necesiten un enfoque diferente para tratarlos.
¿Y si sufro de ansiedad todos los días?
La verdad es que vamos a sufrir de ansiedad todo el día. El ritmo vertiginoso de nuestro día a día nos lleva a soportar un cierto nivel de estrés, lo que nos ayuda a estar atentos y cumplir con las exigencias de nuestras rutinas. Pero cuando este sistema de alarma no encuentra pausa y percibimos todo como posible peligro, nuestros niveles de ansiedad suben patológicamente, paralizándonos por completo y no permitiéndonos avanzar. Debemos evitar que nuestro nivel de ansiedad llegue a ser tan alto que no podamos controlar nuestra ansiedad o manejar nuestros miedos.
Para tratar la ansiedad debemos buscar ayuda terapéutica. La terapia es el único método eficaz para superar este trastorno. Gracias a ella podemos encontrar el origen de nuestros miedos y afrontarlos con éxito. No podemos dejar que lo que tememos nos convierta en una sombra de lo que somos. La ansiedad se puede tratar y superar. Tienes que concentrarte en la terapia. También podemos completarlo con las siguientes recomendaciones que nos ayudarán a reducir los niveles de ansiedad. Y esas recomendaciones son:
¿Por qué tengo ansiedad todo el día?
Antes de nada, para que entiendas por qué tienes ansiedad todo el día, vamos a empezar diferenciando algunas nociones. Es importante que sepas distinguir qué se entiende por ansiedad generalizada y ansiedad o ataques de pánico.
¿Puede un ataque de pánico durar varios días?
El ataque de pánico es un episodio tan intenso que suele alcanzar su punto máximo en diez minutos y desaparece casi por completo en media hora.
Durante un ataque de pánico, los niveles de adrenalina en el cuerpo prácticamente se duplican, por lo que la persona sufre taquicardia por ansiedad y dificultad para respirar.
La hiperventilación suele causar confusión, desorientación y mareos. Experimenta una sensación de inmensa ansiedad y pérdida de control. Después de este ataque emocional, el cuerpo intentará volver a sus niveles básicos, aunque puede pasar algún tiempo antes de que todos los parámetros fisiológicos vuelvan a la normalidad. Por ello, es normal que tras sufrir un ataque de pánico la persona se sienta agotada, tanto física como mentalmente.
Ansiedad y TOC
El trastorno de ansiedad más común en los pacientes con TOC es la fobia social. Le siguen de cerca el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias específicas. Entre el 30% y el 40% de los pacientes con TOC también tienen un trastorno de ansiedad. Además, estos pacientes presentan un alto porcentaje de ataques de pánico, hasta un 34% de las personas con TOC los padecen.
Las personas con TOC a menudo enfrentan desafíos adicionales para completar tareas de manera rápida y eficiente. Asimismo, indirectamente, el TOC puede influir en la confianza que son capaces de inculcar en sus hijos.
Tantos beneficios derivados de la ansiedad hacen difícil no abusar de ella
Estar ansioso mejora la concentración, nos da fuerza, nos hace más rápidos y activos, aumentando la probabilidad de conseguir lo que nos proponemos hacer. Tantos beneficios derivados de la ansiedad hacen difícil no abusar de ella buscando constantemente soluciones. El problema surge cuando la ansiedad se vuelve constante porque constantemente buscamos solucionar nuestras necesidades a través de ella. Puede impedirnos afrontar el día a día sin utilizar tu ayuda para que todo salga como queremos. En estos casos ya estamos hablando de bloqueo o ansiedad patológica donde sus síntomas pueden empezar a percibirse como algo incómodo e incluso insoportable. Cuando las reacciones físicas de ansiedad como mareos, inestabilidad, taquicardia, calor o náuseas se apoderan de la vida de una persona, en lugar de ayudarla a sentirse mejor, la paraliza.
@azorfernando