La amígdala Analiza todos los estímulos que puedan ser peligrosos. La amígdala envía la señal de alarma inicial y su conexión con la sustancia gris periacueductal (SGPA) provoca una sensación de miedo intenso, vigilancia, huida y parálisis.
La relación entre la ansiedad y los neurotransmisores es casi directa. La ansiedad es una condición común en los humanos. Sirve como estado de alerta para que la supervivencia de las personas sea más efectiva. Esto es lo que consideramos ansiedad natural.
Las neuronas se comunican en un área de interacción llamada sinapsis y esto se hace a través de neurotransmisores. Son capaces de modular nuestras emociones, por lo que juegan un papel importante en la llamada ansiedad patológica.
Cortisol, noradrenalina y adrenalina
La agitación, sensación de alarma, tensión muscular o taquicardia son consecuencia de la acción de neurotransmisores muy específicos. El impacto de la ansiedad en nuestro cerebro se debe a esta infalible (y formidable) conjunción de cortisol, norepinefrina y adrenalina.
Entonces, mientras que la amígdala fue responsable de identificar el peligro, estos neurotransmisores nos impulsan a reaccionar.
El cerebro quiere que nos defendamos, que escapemos y que reaccionemos… Y algo así se consigue llevando más sangre a los músculos. Acelera el corazón, lleva más aire a los pulmones…
Neurofeedback dinámico y ansiedad
Además, ante las exigencias de la situación vivida en ansiedad, el cerebro debe modificar su adaptación, lo cual no siempre es posible de la manera acelerada que requiere el contexto. Para facilitar la corrección de las funciones cerebrales, el neurofeedback dinámico se ha identificado como una herramienta fundamental, ya que ayuda al cerebro a adaptarse de forma natural al nuevo entorno. A través de las sesiones de Neurodoza se habla directamente al cerebro en un lenguaje comprensible y directo, y se le comunica lo que no está haciendo correctamente para que lo corrija.
El neurofeedback dinámico también puede considerarse un excelente medio de rehabilitación cognitiva y útil para acelerar los cambios que se producen en otras terapias psicológicas, ya que actúa sobre el sistema nervioso central y por tanto ayuda a evolucionar física, mental y emocionalmente.
La amígdala
Es el órgano ejecutivo de la ansiedad y el miedo.
La amígdala es muy rápida y automática. Analizar todos los estímulos que puedan causar peligro.
