10 consejos para sobrellevar la depresión Hablar y desahogarse. Elija a un amigo o familiar de confianza como confidente y dígale cómo se siente. No tomes decisiones precipitadas. Ser sincero. Piensa positivo. No te cierres a ti mismo. Siga adelante. Comer y dormir bien. Trate de evitar el estrés.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo de larga duración que hace que una persona se sienta triste, irritable o vacía. Muchas personas sufren de depresión y es una de las experiencias más duras por las que puedes pasar en la vida. Muchos adolescentes y adultos con TEA experimentan depresión en algún momento de sus vidas. La persona deprimida:
¿Cómo puedo ayudarme si tengo depresión?
NOTA: Algunas de estas estrategias, que implican interactuar con otras personas en persona (como ir a un concierto, comer en un restaurante, etc.), no se puede hacer por el momento debido a la situación con el COVID-19 y las restricciones vigentes.
El contacto virtual puede ayudar a paliar estas limitaciones temporales y otras estrategias, más allá del contacto social, siempre pueden utilizarse para aumentar el estado de ánimo.
¿Cómo se siente una persona con depresión?
- Cierta impotencia ante la situación y se creen más débiles o menos competentes.
- Pensamientos negativos de desesperanza, pesimismo sobre el futuro y sentimientos de fracaso e inferioridad.
- Ideas de culpa y de ser inútil.
- Baja autoestima y autocrítica exagerada.
- Tristeza persistente y sensación de vacío.
- Reducción del nivel de vitalidad y sensación de mucho cansancio.
- Pérdida de la capacidad de interesarse y disfrutar de cosas que antes disfrutaba e interesaba.
- Dificultad para conciliar el sueño o dormir en exceso.
- Dificultad para concentrarse en tareas complejas, incluso rutinarias.
- Disminución o pérdida del apetito.
- Pensamientos suicidas o de autolesión cuando no ve solución a lo que le ocurre.
¿Qué hago ahora?
El primer paso para recuperarse de una recaída es aceptar la situación, lo que te permitirá implementar recursos y medidas para superarla, junto con tu médico cuando sea necesario.
Una vez detectados los síntomas de alarma, es el momento de valorar cómo afrontarlos. Para ello, puedes tener en cuenta: