A nivel fisiológico, la ansiedad se manifiesta a través de la activación de diferentes sistemas, principalmente el sistema nervioso autónomo y el sistema nervioso motor, aunque también se activan otros como el sistema nervioso central, el sistema endocrino y el sistema inmunológico.
La ansiedad es básicamente un mecanismo defensivo. Es un sistema de alerta ante situaciones consideradas amenazantes. Es un mecanismo universal, ocurre en todas las personas, es normal, adaptativo, mejora el rendimiento y la capacidad de anticipación y respuesta. La función de la ansiedad es movilizar el cuerpo, mantenerlo alerta y listo para intervenir ante riesgos y amenazas, para que sus consecuencias no se produzcan o se minimicen. La ansiedad, entonces, nos empuja a tomar las medidas adecuadas (huir, atacar, neutralizar, confrontar, adaptar, etc.), según el caso y la naturaleza del riesgo o peligro. El peligro proviene del impedimento de cualquier proyecto o deseo importante para nosotros, o de la degradación del estado o de los logros ya alcanzados. El ser humano desea lo que no tiene, y quiere quedarse con lo que tiene.
La ansiedad, como mecanismo adaptativo, es buena, funcional, normal y no representa ningún problema de salud.
Ansiedad normal y ansiedad patológica
Actualmente, este miedo y por tanto la ansiedad, a pesar de ser algo evolutivo e intrínseco en el ser humano, se ha convertido en algo que en determinadas personas puede desarrollarse como un problema incapacitante y por lo tanto se vuelven desadaptativos. De aquí parten dos conceptos fundamentales como son la ansiedad normal y la ansiedad patológica, imprescindibles a la hora de comprender esta dimensión y sus consecuencias.
La ansiedad patológica es aquella que se presenta en episodios repetitivos y que por su duración, intensidad y frecuencia afectan negativamente a la persona que la padece
No es lo mismo ansiedad que miedo
Supongamos que esta mañana te robaron violentamente y te quitaron la cartera.
Eso sí, has sufrido de miedo. El miedo es una reacción a peligros externos como el que se puede experimentar durante el robo. Es una respuesta a un fenómeno REAL, esta respuesta desencadena una cascada de síntomas fisiológicos como taquicardia, temblor o sensación de ahogo.
¿Diferentes construcciones o polos de la misma dimensión?
Angustia y ansiedad son términos que generalmente se utilizan como sinónimos. Aunque esto sucede a diario, realmente existen diferencias entre uno y otro. La primera es puramente gramatical. Angustia proviene de «angor» que significa opresión, mientras que angustia proviene de «anxietas» que significa inquietud o malestar.
La angustia se constituye como miedo a algo futuro, miedo a que suceda algo que paralice a la persona. Por su parte, la ansiedad es un miedo a algo actual, aunque no se especifica exactamente a qué. Genera una aceleración vital en la persona.
