Los principales motivos por los que se utiliza la Terapia de Pareja son: Dificultades en la sexualidad, disfunciones sexuales o desacuerdos en la frecuencia de las relaciones. Monotonía y aburrimiento en la relación.
Mitos sobre la terapia de pareja
Seguro que has oído o leído sobre la terapia de pareja en numerosas ocasiones. Es algo que a todos nos suena familiar, pero no siempre sabemos lo que significa. De hecho, la primera reacción cuando hay problemas en una pareja es pensar “saldremos adelante”. Y es un buen enfoque, pero el error está en pensar que debes hacerlo solo. Sin darnos cuenta, el hábito, la rutina y el estilo de vida nos llevan a repetir comportamientos, una forma de comunicación, una forma de relacionarnos, entre otros. Que no nos permiten lograr el cambio, ya que no sabemos romper esos ciclos.
Existe la creencia de que los problemas de pareja son cosa de dos y solo ellos deben resolverlo, sin permitir que estén expuestos fuera del hogar y mucho menos a otras personas. A veces se puede interpretar o sentir como un síntoma de debilidad y en otras ocasiones por vergüenza de exponernos frente a un extraño. Sin embargo, el psicólogo es un profesional de la salud, y sabrá cómo ayudarte.
¿Cuándo hay que ir a terapia de pareja?
Ya hemos visto que la terapia de pareja es un proceso terapéutico, y que su función es sanar esa relación conflictiva cuando los recursos anteriores no han sido efectivos.
Dado que la relación de pareja es el núcleo del tratamiento, y no el propio individuo, no es necesario recibir un diagnóstico de trastorno mental.
¿Qué es la terapia de pareja?
Como cualquier otro tipo de tratamiento, la terapia de pareja se basa en métodos y técnicas del amplio campo de la psicología para solucionar los problemas que puedan estar afectando a una relación. En este sentido, el psicólogo de parejas evalúa y analiza los retos a los que se enfrenta cada relación.
Los especialistas saben que ninguna pareja es igual a otra, por lo que el profesional de la salud mental desarrolla estrategias y técnicas que pueden funcionar, de acuerdo a las necesidades de cada relación.
Ya no te comunicas
¿Se ha perdido la comunicación o la evitas por miedo a acabar peleando? En este caso, estás ante uno de los motivos para acudir a terapia de pareja, pues hay un problema que hay que tratar con la ayuda de un experto.
A través de la terapia podrás encontrar un ambiente tranquilo y neutral donde exponer lo que te molesta. Esto evitará, o al menos reducirá, el uso de lenguaje negativo o agresivo. Además, el terapeuta dirigirá la conversación de forma que ambos se expresen y entiendan lo que dice el otro.
– Dificultad para negociar y definir roles entre la pareja.
No podemos olvidar que socialmente estamos viviendo un modelo de transición de roles en el que aún conviven modelos tradicionales de estructura familiar con otros más actuales y modernos. Podemos afirmar que estamos en proceso de construcción de un nuevo modelo de pareja que aún no está bien definido.
Entre los acuerdos a alcanzar encontramos varios aspectos, como el tiempo que cada padre dedica a la relación padre/madre-hijos ya la pareja. Y recientemente, qué tiempo individual debe tener cada padre para sí mismo.
