Coronavirus.
A estas alturas todos sabemos ya lo que es el Coronavirus. Se trata de un virus que ha aparecido en la época donde más información tenemos y en la que más conectados estamos. Podemos buscar en internet o redes sociales todo tipo de información sobre este virus. Incluso sin buscar la información, alguien nos la va a dar. Sea o no real. Circulan por las redes, por los grupos de WhatsApp, por miles de páginas, infinidad de informaciones sobre el Coronavirus. Es imposible que todas sean reales porque algunas afirman una cosa y otras, la contraria. Por lo tanto, lo que sí parece evidente es que lo que importa es lo que nosotros pensamos sobre el Coronavirus y lo que provoca en nosotros toda esa tormenta de informaciones.
La expansión y contagio del Coronavirus ha provocado que los gobiernos decreten el estado de alarma y el encierro forzoso de la población. Antes o después, en función del momento de contagio, todos los estados están reaccionando igual. Por lo tanto, nos vemos obligados a estar recluidos forzosamente en casa. Esto tiene toda una serie de consecuencias diferentes en nosotros. Cada uno es como es y tiene su forma de ser, y sus circunstancias laborales, personales, familiares…
Tanto la presencia cercana de un peligro inminente como es el Coronavirus, como el encierro forzoso, provocan incertidumbre y miedo.