Adaptación al cambio

La adaptación al cambio: En gran medida la psicología se encarga del tratamiento de trastornos emocionales. Estos son causados, en muchos casos, por pérdida de reforzadores vitales importantes, que producen en la persona un gran desajuste psicológico y emocional. Los acontecimientos vitales y los cambios en el devenir de la vida, pueden resultar altamente estresante para aquellas personas que no cuenten con herramientas adecuadas de afrontamiento.

Por otra parte, la vida no es estática, es un proceso cambiante y dinámico. Está en constante cambio y el ser humano debe adaptarse a esas variaciones para sobrevivir o al menos evitar desajustarse. En este sentido, no son las personas más fuertes o inteligentes las que lograrán sobrevivir, sino aquellas que mejor se adapten al cambio.

En esta presentación, hablaremos de la adaptación al cambio. Es una habilidad esencial en el ser humano que no sólo permite el bienestar psicológico y estabilidad emocional sino también la mejora en la interacción social.

 “ No tengáis miedo a los cambio. La acción y la adaptabilidad crean oportunidades”

Qué es la adaptación al cambio

Existen múltiples definiciones de este término. Pero el que se refiere a la adaptación humana responde a la acción de los individuos de habituarse a múltiples circunstancias y condiciones siendo capaces de dar respuesta a las mismas mediante acciones de afrontamiento adecuadas. Por tanto, adaptarse implica tener en cuenta los pensamientos y emociones que marcan lo que hacemos (conducta) para resolver un problema.

Por ejemplo, cuando empezamos en un nuevo trabajo debemos adaptarnos a un nuevo contexto, nuevos compañeros, nuevas expectativas e incluso nuevas funciones. Nuestra capacidad de adaptación nos ayudará a ajustar nuestra experiencia  y conocimientos previos a esta situación novedosa. Esto dará como resultado una buena adaptación o, por el contrario, una adaptación fallida.

Este sería un ejemplo de una buena adaptación, pero veámos cuál sería la diferencia entre una adaptación adecuada de una que no lo fuera.

Adaptación fallida: Entendemos que se produce una adaptación fallida, cuando no logramos asimilar los cambios, generando altos niveles de estrés que suelen bloquear a la persona. Si no manejamos correctamente nuestras emociones y estamos en una etapa de menor vulnerabilidad al cambio, esto podría conllevar un desajuste. Es lo que los psicólogos llamamos TRASTORNO ADAPTATIVO.

Buena adaptación: esta habilidad se relaciona con personas de alta capacidad a la hora de tomar la iniciativa, resiliencia, flexibilidad y habilidad de aprendizaje continuo. Éstas también experimentan cierto nivel de estrés, peros sin llegar a bloquearlos sino que los mantiene alerta favoreciendo que sean capaces de prestar atención a lo novedoso, fijando mejor la información y comprendiendo más rápidamente las nuevas situaciones.

Adaptación al cambio

Aspectos a tener en cuenta

  1. Esta capacidad de adaptación contribuirá al bienestar psicológico. No obstante, esto no significa que la persona que es capaz de adaptarse y ser flexible no experimente cierta inestabilidad. Pero su capacidad para gestionar los cambios de forma más meditada y desde la calma, permitirá reducir la probabilidad de cometer errores que puedan desestabilizarle, permitiéndole recuperar el equilibrio, la estabilidad y el autocontrol.
  2. No hay personalidades marcadas por la adaptabilidad o por la vulnerabilidad. Depende de la ocasión tenemos una mayor o menor capacidad para ajustarnos a los cambios. Esta capacidad puede ser más fácil de mostrar en determinados periodos vitales, situaciones muy particulares o cuando los objetivos son  relevantes para la persona. Esto significa, que una misma persona puede ser capaz de adaptarse a algunas situaciones novedosas o cambiantes con facilidad y que le cueste más en otras de mayor o menor dificultad. Ejemplo: Juan es un médico que se dedica a la ayuda humanitaria en países subdesarrollados desde hace 15 años y que ha tenido de enfrentarse a muchas situaciones complicadas en su trabajo, habiendo salido siempre airoso de cada una de ellas. A la vuelta España, se le plantea desarrollar un programa preventivo en escuelas y se siente inseguro y bloqueado ante el nuevo proyecto laboral, resultándole difícil asumir su nuevo rol  y sus nuevas responsabilidades y funciones. Juan tiene habilidades para gestionar situaciones a las que está acostumbrado (y que a otra persona le serían complicadas) pero presenta dificultades de adaptación a un nuevo puesto de trabajo (algo que quizá a otra persona le resultaría sencillo).
  3. Así mismo, la capacidad que tengamos para hacer frente a estos cambios está sujeta al grado de importancia que tenga ese evento para nosotros. Esto significa que cuando la situación no implica grandes cambios en la vida de la persona, la capacidad de adaptación será mayor y más ajustada. Por el contrario, cuando un evento afecta de forma negativa a nuestra estructura vital, la adaptación resultará más difícil y las consecuencias de no hacerlo serán más graves. Por tanto es un proceso en el que tienen gran influencia las características de la persona y el contexto en el que se desarrolla y requiere flexibilidad.

Utilidad de ser capaz de adaptarse

  • Nos ayuda a cambiar aquellas creencias o formas de actuar que no están siendo eficaces y nos permite modificarlas para que resulten más adaptativas. (Ejemplo: Si tengo vicios adquiridos de mi anterior empresa, mi capacidad de adaptación me ayudará a hacer un reaprendizaje y adquirir nuevas destrezas que resulten más efectivas en la nueva.)
  • Facilita nuestra capacidad para diferenciar la información que resulta realmente importante, en términos de eficacia, para resolver un problema (Ejemplo: al principio, en un nuevo empleo hay sobreinformación que se deberá ir jerarquizando en función de cuál resulta más relevante en el periodo de adaptación inicial).
  • Ayuda a ajustar cómo actuamos a los cambios y exigencias derivadas de la nueva situación (Ejemplo: ser el nuevo de la oficina implica que debo adaptarme a la dinámica de trabajo de un sistema organizativo ya establecido).
  • Es un proceso que se reajusta continuamente. Esto significa que, como todo aprendizaje, permite que se generalice a otros nuevos, permitiendo cada vez una adaptación más rápida a nuevas cambios y novedades. (Ejemplo: haber trabajado en otros trabajos puede ayudarme a aplicar mis conocimientos en este o en futuros trabajos).
  • Favorece la tolerancia a los cambios, ayudando a la persona a mejorar su capacidad para resolver problemas, ya que cada vez será más capaz de barajar diferentes alternativas y elegir aquella opción que considera puede ser más eficiente y eficaz.
  • Nos permite ajustar lo que hacemos en diferentes contextos o situaciones, aunque se de una transición continua.
  • Implica la capacidad de ver una misma situación desde distintos puntos de vista, es decir, favorece la flexibilidad.
  • Favorece la tolerancia a la frustración y a los cambios de planes. Flexibiliza la forma de entender los errores como un elemento necesario para el aprendizaje y no como algo recriminatorio.
  • La adaptación está directamente relacionada con la empatía, dado que favorece la capacidad para tener en cuenta otros valores, creencias y puntos de vista. Esto favorece el mantenimiento de nuestras relaciones sociales. Es por ello que nos permite tener más facilidad para llegar a acuerdos en común y favorece nuestras habilidades para la negociación.
  • Contribuye al mantenimiento de nuestra estabilidad emocional. A mayor capacidad de adaptación, mayor ajuste de expectativas y de autosatisfacción.

La adaptación al cambio como proceso

Adaptarse en un proceso, no sucede de una forma inmediata y requiere que la persona avance por una serie de pasos o etapas que le permitirán afrontar y adaptarse a los cambios de una forma eficaz.

Para ello la mejor capacidad con la que contamos, en mayor o menor medida, es la flexibilidad. Esta es la que nos va a permitir que vivamos el cambio de un modo más adaptativo, con menor rigidez, aceptando ese cambio  como una nueva oportunidad.

Ser más o menos flexible va a ir ligado a salir de la conocida zona de confort, que es la zona en la que cada persona se siente segura para operar en su vida. Dentro de esta establecemos nuestra forma de ser y relacionarnos con el mundo, y aunque en ocasiones no es la más deseable o incluso la que más felices nos hace, sentimos inseguridad a la hora de abandonarla. Probar a salir de ella no tiene por que ser negativo y puede que nos demos cuenta de que tenemos muchas cosas positivas por experimentar, no se vive mejor por pensar que por lo menos no estoy peor.

Hay que tener en cuenta, como se ha dicho con anterioridad, que no todos los cambios son de la misma índole ni magnitud (no es lo mismo enfrentarse a una pérdida traumática que a cambiar de trabajo). Pero al final no es tanto el cambio al que nos enfrentemos si no más las estrategias que desarrollemos para adaptarnos a dicho cambio.

El proceso de adaptación al cambio

Por ello podemos entender este proceso como:

  • Un momento para conocernos, al dar respuestas ante determinados hechos o acontecimientos que sucedan
  • Experimentar y aprender de las nuevas experiencias
  • Posibilidad de crecer a nivel personal
  • Mejorar nuestra imagen al sentirnos más fuertes y capaces
  • Generar nuevas estrategias para ser más flexibles

La capacidad de adaptación se entrena

Las personas que son capaces de adaptarse, también pueden organizar sus pensamientos de manera más positiva. La adaptación es necesaria cuando se producen cambios en las personas y/o en las circunstancias que les rodean.

Las conductas adaptativas dependen de las habilidades personales (pensamientos, emociones, a nivel social y conductual), ya que estas nos permiten participar de manera exitosa en las actividades de la vida diaria a lo largo de nuestra vida. Si actuamos de forma adaptativa reaccionaremos a eventos inesperados o acciones poco frecuentes de una manera más creativa y constructiva.

Una persona que sabe adaptarse será capaz de ser resiliente y volverá a centrar sus esfuerzos en buscar nuevos objetivos.

Habilidades

A continuación, presentamos una serie de habilidades para afrontar, de manera constructiva, los cambios o circunstancias desfavorables:

  1. Identifica los cambios. En qué consisten, cómo afectan y qué posibilidades tenemos para adaptarnos ellos.
  2. Actuar en concordancia a dichos cambios. (Ejemplo: Una empresa debe ajustar su producto a las variaciones del mercado si no quiere quedarse atrás con respecto a sus competidores y un profesor debe conocer las nuevas metodologías didácticas para no quedarse obsoleto).
  3. No te resistas a ellos. Debes cambiar con el cambio. La vida evoluciona y los cambios son inevitables. Evidentemente, no es lo mismo la adaptación a un cambio que hemos buscado que a uno que sentimos que nos ha sido impuesto. Si tienes la sensación de que no tienes control sobre el cambio y que ha sido impuesto puede resultar más complicado adaptarte. Resistirse va a causarte mayor estrés. Plantéatelo como una oportunidad de crecimiento personal. Es lógico que pases por diferentes fases, pero cuando dejes de resistirte y te permitas avanzar serás capaz de adaptarte a la nueva realidad. Es decir, podemos resistirnos, molestarnos, enfadarnos, etc. o podemos aceptar el cambio y gestionar la situación lo mejor posible.
  4. Ser flexible es la premisa de la adaptación al cambio y la objetividad premisa para la flexibilidad. nuestro modo de percibir e interpretar la realidad y nuestra disposición a reconocer el punto de vista de los demás, modifica nuestros pensamientos y creencias acerca a las circunstancias que caracterizar la situación. Si nuestros pensamientos no se ajustan a la realidad los comportamientos y emociones serán inadecuados e inapropiados. ¿Cómo hacerlo?
    1. Aprender a identificar y discriminar las creencias de tipo irracional, que pueden influir en cómo interpretamos la realidad determinando nuestro comportamiento, y reemplazar dichos pensamientos por otros que sean más racionales y que nos permita alcanzar nuestras metas. (Ejemplo: Pensar que esta situación es horrible y catastrófica es un pensamiento extremo que genera malestar emocional. Sustituirlo por otro pensamiento tal como “esto es una contrariedad o un contratiempo”, reduce la carga emocional).
    2. Generalización, percibir la realidad de una forma selectiva, pensamientos demasiado dicotómicos, exigencias absolutistas y atribuciones externas, serán algunos de los pensamientos de deberemos detectar y modificar si queremos ser más flexibles y capaces de adaptarnos a las situaciones nuevas.
    3. Otras técnicas cognitivas eficaces podrían ser: autoordenarse parar de pensar u otras autoinstrucciones; visualización de imágenes positivas, etc.
  5. Date tiempo para reflexionar y analizar la situación. Infórmate correctamente (la sobreinformación no significa, necesariamente, estar bien informado). Analiza las situaciones y las circunstancias desde diferentes perspectivas, para ello puedes ayudarte de la opinión de otras personas de tu círculo próximo o de profesionales de la materia.

La rigidez no es una buena aliada de la adaptación. Una actitud rígida dificultará la adaptación y puede provocar un desequilibrio psicológico y emocional.

  1. Piensa a largo plazo, pero planteate objetivos a corto plazo, alcanzables y factibles. Si la meta es poco realista también lo serán los objetivos a corto plazo que te propongas. Sé realista, analiza tus limitaciones y potencialidades y saca partido de ellas. Busca pequeños refuerzos diarios que mantengan tu motivación.
  2. Aprovecha el aprendizaje continuo que te traerá el cambio. Constantemente vamos a seguir necesitando conocimientos actualizados sobre diferentes materias para poder desempeñar nuestro día a día de forma adaptativa. Depende de nosotros abrir los ojos para ver las oportunidades que contempla el cambio.
  3. Piensa en las cosas que han mejorado, en lugar de ver solamente lo que crees que ha empeorado y quejarte por ello. Hazte una lista con las ventajas y mejoras y céntrate en cómo construir lo nuevo, en lugar de luchar contra lo anterior. Rescata lo positivo.
  4. Desafíate. Cada situación desafiante te da la oportunidad de crecer, ganar autoconocimiento y desarrollar habilidades que ya tenías, e incluso, generar nuevas que desconocías.
  5. Ten en cuenta tus principios. Para adaptarse no es necesario perjudicar a nadie. Analiza bien tus acciones y pregúntate si éstas son acordes a tus valores fundamentales.
  6. Entrena tu mente. Trabajar las funciones ejecutivas (conjunto de capacidades cognitivas necesarias para controlar y autorregular la propia conducta) es la mejor manera de mejorar la resolución de situaciones novedosas o cambiantes de forma efectiva. Adaptarse al cambio consiste en:
    • Reformular metas
    • Adaptar planes
    • Crear nuevas estrategias
  1. Valora las opiniones de otros como herramientas de aprendizaje y crecimiento. No podemos pretender tener siempre la razón. Si sólo contemplamos nuestros puntos de vista tendremos una valoración limitada y posiblemente sesgada de la realidad. Modificar tus creencias y conductas gracias a la opinión de otrxs habla de que eres una persona flexible y con facilidad de adaptación.
  2. Toma conciencia de que somos nosotros mismos los que tenemos la responsabilidad sobre nuestros propios sentimientos. Por tanto, podemos cambiar o modificar las emociones que nos perturben y bloquean la consecución de nuestros objetivos. ¿Cómo hacerlo?
    • Actuando sobre los pensamientos irracionales que pueden estar provocándolas.
    • Utilizando técnicas de regulación emocional: verbalización, técnicas de relajación, yoga, actividades de distracción, etc.

Calcula la Dosis Mínima Efectiva (DME) teniendo en cuenta la relación entre esfuerzo, tiempo y practicidad en cada una de tus actividades. Si quieres ser versátil, ajusta tu esfuerzo hasta que produzca un buen resultado. Al igual que el perfeccionismo (mucho tiempo y esfuerzo empleado en una tarea generando una baja practicidad) también tenemos que tener cuidado con las actitudes demasiado pasivas (poco tiempo y poco esfuerzo también generan baja practicidad). En el punto medio está la virtud, y este punto se encuentra a través de la técnica del ensayo-error.

Mantener un equilibrio personal es el pilar fundamental sobre el que deben situarse el resto de conductas mencionadas. Sin una buena regulación de patrones básicos como el sueño, la alimentación y la actividad, no se podrá realizar un buen proceso de adaptación.

La adaptación al cambio y las conductas adictivas

Se podría decir que las personas que presentan un problema de adicción han llegado hasta ese punto debido a dificultades en su proceso de adaptación al cambio en los diferentes sucesos o acontecimientos de sus vidas.

Por ejemplo, una persona joven que empieza a experimentar con las sustancias quizá es porque no encuentra otra herramienta para gestionar la presión del grupo de iguales. Es decir, su modo de adaptarse es la realización de la determinada conducta adictiva. Otro ejemplo podría ser el de aquella persona que, por un acontecimiento negativo/traumático en su vida (pérdida de trabajo, duelo no resuelto, separación, etc.), encuentra como única vía de escape el consumo, realizando una mala adaptación a su nueva situación vital. En este caso hablaríamos de personas con características de personalidad relacionadas con la rigidez, la falta de asertividad (bien por tener un estilo comunicativo pasivo o agresivo), baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, rasgos de impulsividad, etc., elementos muy presentes en las personas con problemas de adicción.

No obstante y tal como se ha mencionado con anterioridad, la capacidad de adaptación se entrena. Es por ello que aquellas personas con problemas de adicción que deciden realizar un cambio en sus vidas y mantenerse abstinentes también realizan un proceso de adaptación a un nuevo estilo de vida más saludable y más alejado del consumo. En este sentido, para mantener la abstinencia, también realizan un proceso de adaptación cognitivo y emocional ante su nueva situación. Si este proceso se desarrolla adecuadamente y la persona lo integra, la probabilidad de éxito aumenta.

Es decir, todas las características de personalidad arriba mencionadas pueden manejarse de forma y manera que la persona adquiera herramientas para, sin cambiar su esencia, adaptarse mejor a las situaciones y no recurrir al consumo para ello.

En ocasiones es necesaria la ayuda de un profesional, un psicólogo especialista en adicciones.

En otros casos más graves será necesario el tratamiento en centros de desintoxicación especializados.

Conclusiones

Para concluir cabría añadir que, tal y como se ha comentado durante la presentación, la capacidad de adaptación al cambio no es algo que se tenga o que no se tenga. Por tanto, hablamos de la adaptación como una habilidad que puede tenerse de base (a través de procesos de aprendizaje o por modelado) o que puede desarrollarse a lo largo de la vida de una persona.

Existen evidencias de personas con características de personalidad relacionadas con una baja eficacia en la adaptación (como podrían ser el perfeccionismo, la obsesividad o la rigidez) que, con un buen entrenamiento y muchas ganas son capaces de salvar los acontecimientos negativos o inesperados de la vida diaria.

Por tanto, como dice un proverbio alemán:  “No existe el mal tiempo, solo ropa inapropiada

¿TE ANIMAS A ENTRENAR TU ADAPTABILIDAD?

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